Poema
Febrero 2021
por Ángeles Navarro Moya
Tú, tan controlado
tras los barrotes de tu rutina
y esa certidumbre tan tuya
capaz de distinguir
con una claridad insólita
los peligrosos límites
del bien y del mal.
Me pregunto si quisiera
eso para mí.
La calma aparente,
la conciencia tranquila,
las manos bien limpias.
Para responderme
al instante que no.
Que no deseo una vida
sin el vértigo
sin la sensación de abismo absoluto
sin la exaltación inesperada
sin el miedo a lo desconocido
sin el cuestionamiento constante
sin el salto al vacío
sin la duda existencial
sin las líneas difusas y cambiantes.
Y poco a poco me voy alejando,
sin darme cuenta,
sin premeditación
sin alevosía
dejándote ir.
Te veo parado en la orilla del río de la vida
y yo me dejo llevar por la corriente suave
felizmente descontrolada
felizmente salvaje
hacia sus latentes y misteriosas entrañas.